Agencia La Oreja Que Piensa. Por Luis Blaugen- Ballin (*)
Felipe Vallese nació en Buenos Aires, el 14 de abril de 1940. Al momento de su secuestro, se desempeñaba como obrero metalúrgico siendo asimismo miembro de la JP y delegado de la fábrica TEA de Flores. Marcó un hito entre los casos de desaparecidos del país.
Vallese junto con el albañil anarquista Joaquín Penina (Catalunya, desaparecido en el ’30 por la policía de Rosario, ademas los tres militantes anarquistas Miguel Arcángel Roscigna, Andrés Vázquez Paredes y Fernando Malvicini, desaparecidos el 31 de diciembre de 1936, el médico comunista Juan Ingallinella desaparecido en junio de 1955 y el laburante solidario en los barrios marginales de Rosario “Tacuarita” Brandazza , desaparecido en 1972, integran casos emblemáticos de los crímenes de lesa humanidad que azotaron al país.
La captura de Felipe acaece el 23 de agosto de 1962 en el partido de General San Martín, cuando tenía 22 años.
Conforme a los testimonios, fue torturado durante días en la Comisaría 1ª de San Martín, delegación oscura participante de la Operación Masacre, siendo luego trasladado al destacamento de Villa Lynch, donde prosiguieron los apremios.
Felipe Vallese se transformó en ícono popular, y su pedido de aparición con vida pasó a encabezar las reivindicaciones de los movimientos sociales de base, al coro de:
“Un grito que estremece, Vallese no aparece”.
(*) Comunicador social