Registro fotografico: Alberto Borda
Agencia La Oreja Que Piensa. San Isidro. Por Adolfo Pérez Esquivel. (*)
La humanidad está viviendo momentos dolorosos e inéditos a escala mundial, el Coronavirus está provocando miles de muertos e infestados y profundos cambios en las relaciones personales, nacionales e internacionales, provocando el derrumbe del sistema económico mundial generando la incertidumbre del hoy y el mañana, que ha alterado la vida y las relaciones sociales, culturales, religiosas y políticas.
Debemos pensar cómo estamos transitando en cada país la cuarentena por la pandemia imparable hasta el momento que sufre el mundo, y alterado las relaciones y comportamientos familiares, generando en muchos casos angustia y problemas psicológicos en sociedades marcadas por las políticas neoliberales donde se impuso el individualismo , las privatizaciones y la deuda externa impagable e injusta, y no la solidaridad. El cierre de negocios y empresas ha provocado despidos de sus trabajadores y los pobres quedan más expuestos a la grave situación que viven.
Un joven que vive en riesgo social dijo: “el gobierno dice que debemos quedarnos en la casa sin salir para evitar el contagio con el coronavirus, mi “casa es la calle”, donde vivo y dónde me encuentra la noche y las necesidades para sobrevivir. La desigualdad y la pobreza marcan nuestra sociedad injusta y debemos sumar voluntades y fortalecer las políticas públicas para superar la grave situación sanitaria y social
Es preocupante el aumento de la violencia familiar y social, el individualismo y comportamientos de vecinos que discriminan y amenazan a trabajadores y trabajadoras de la salud, que están contribuyendo en hospitales y centros sanitarios enfrentando a la epidemia del Coronavirus.
El presidente Alberto Fernández fue muy claro al tomar decisiones que debemos acompañar, dijo: la economía se puede recuperar, una vida no”… tiene prioridad la vida y la salud del pueblo y los hechos van demostrando que es el camino correcto. Los gobernadores e intendentes están actuando en la misma dirección sumando esfuerzos y voluntades
Es necesario superar la “Pandemia del Miedo”, saber que el miedo paraliza y del miedo a la cobardía hay un solo paso, más aún cuando las amenazas contra los trabajadores/as de la salud son anónimas y se llega a la pérdida de valores y de la solidaridad.
Hay que tener presente que nadie se salva solo, necesitamos del apoyo del pueblo y del esfuerzo solidario de personas y organizaciones que trabajan en bien del prójimo.
Recuerdo a un querido amigo y compañero de caminada por Latinoamérica, Eduardo Galeano que pregunta : ¿Cuál es la palabra más usada en el mundo?- La respuesta es: La palabra más usada es “YO…yo…y… yo.
Nos olvidados del NOSOTROS Y NOSOTRAS. Es necesario cambiar ese pensamiento y actitud y vencer al miedo para reencontrarnos como hermanas/os y compartir el pan y la libertad y saber que los problemas que vive nuestro pueblo nos afecta a todos y todas.
Hay que superar el individualismo y comenzar a mirarnos y reconocernos como iguales y agradecer a las/os médicas/os, a los trabajadores/as del transporte, a los barrenderos/as, a los proveedores, a las fuerzas de seguridad, organizaciones sociales e iglesias, a voluntarios/as quienes a riesgo de su propia seguridad están presentes luchando contra la Covid 19 y los miedos y asumen la responsabilidad de servir al pueblo.
Son signos de solidaridad y esperanza de la unidad en la diversidad. Les recuerdo la canción de Fito: “ No todo está perdido yo vengo a ofrecerte mi corazón…” Muchos artistas desde su lugar comparten sus canciones con los vecinos, los medios de comunicación suman su esfuerzo a la campaña de esclarecimiento sobre las medidas necesarias para la salud de la población, y los periodistas que día a día comparten la información.
Quiero pedirles a las personas dominadas por “la pandemia del miedo”, no con palabras, con hechos concretos ayudando al prójimo y tener claro que nos ayudamos a nosotros mismos. Saber que los problemas y dificultades que vive el país son muchos pero podemos superarlos si sumamos voluntades
Luther King quien lucho por los derechos civiles junto a sus hermanos de color en los EEUU. y dio su vida para dar vida, dijo: Si el mundo termina mañana, igual hoy voy a plantar mi manzano”.
Y quiero compartir la experiencia de un músico callejero que con su acordeón canta en los trenes los tangos tradicionales, pero entre tango y tango levanta la bandera de la vida y la esperanza: “Sólo el amor salvará al mundo…”. Superen la pandemia del miedo poniendo el amor en acción.
(*) Premio Nobel de la Paz.