La Oreja Que Piensa publica algunos conceptos que el músico franco-español Manu Chao manifestó en una entrevista realizada por Michel Hernández para el periódico Granma Internacional.
-(…) el Che traspasó cualquier barrera y llegó hasta los rincones más recónditos del mundo. Los medios de comunicación neoliberales no han podido desvirtuar su imagen.-(…) En mis viajes por África he visto hasta el último pueblito del final de Malí a niños con camiseta en la que tienen estampada su figura. Y si hablas del Che con ellos automáticamente demuestran simpatía. Es extraordinario que a más de 40 años después de su muerte, siga siendo un ícono revolucionario mundial.
-¿Qué piensas de la imagen que aún se proyecta de Cuba en los medios europeos? Hay varios medios, entre ellos los alternativos que tratan de ofrecer una visión más real. Pero la pelea que tenemos cada día es con los medios masivos que difunden una imagen que no es justa.
Realmente no divulgan información, sino propaganda anticubana, hecha de forma machacona que quiere hacer de Cuba el diablo de Latinoamérica. Pero si el infierno existe en Latinoamérica realmente no es en Cuba. He visto cosas que me han dolido mucho por inhumanas. Pero ninguna ha sido en la isla.
-(…) Pero la verdadera miseria, la que duele, la he visto en Colombia, en Brasil y en muchas otras naciones. Y eso siempre se los digo a los periodistas que tratan de hacer de este país lo peor de lo peor. Sin embargo aquí no mueren los niños de forma violenta y en muchas regiones de Latinoamérica sí. No obstante, nadie se inmuta y no hay ningún periodista que escriba sobre eso.
-¿Qué significa Cuba para Manu Chao? Es muy difícil resumirlo. Son mil fuentes de inspiración diferentes. Está la música, el sentido del humor y una experiencia política única en el mundo, que como cualquiera tiene sus errores, pero que ha conseguido logros que son realmente extraordinarios.
Por eso defenderé siempre el proceso aquí.
Porque no acepto que países ricos, sin bloqueo, que no han conseguido ni un cuarto de lo que ha hecho Cuba se tomen el permiso de criticar. Antes de criticar hay que limpiar su propia cocina. Y eso es lo que olvidan muchos políticos europeos.
(…)Visité por primera vez a Cuba, Santo Domingo, Brasil, Argentina. Antes, toda mi visión de América Latina venía por lo que me contaban. Era la época de las dictaduras en países como Argentina y había muchos refugiados en Europa. También me acerqué a Cuba por Alejo Carpentier, que era buen amigo de la familia. Pero una cosa es que te lo cuenten y otra llegar aquí. Yo me apasioné con la América entera.
(…). Le doy gracias a la vida porque me dio la oportunidad de conocer Latinoamérica por mí mismo. Porque lo cierto es que me siento mucho más en casa en este continente que en la ciudad donde nací.
- ¿Se considera Manu Chao un clandestino dentro de un panorama musical prácticamente dominado por la industria del entretenimiento?
- Clandestino es una palabra que no es romántica. Cuando estamos en Europa, clandestinos son los colegas del barrio que no poseen papeles y viven todos los días paranoicos. Tengo muchos amigos que están con su mujer y su hijo en casa y cuando van a buscar el pan no saben si van a volver, ya que la policía puede detenerlos en cualquier momento para expulsarlos del país. En mi caso yo no soy clandestino por la simple razón de que tengo un pasaporte, pero a nivel musical lo claro conmigo es que nunca he seguido las reglas del negocio de la música. Yo siempre he trabajado con mis propias reglas.
(…) cuando salió Radiolina fue número uno en Europa sin ninguna campaña televisiva, algo prácticamente imposible en el negocio de la música. Como se sabe para ser número uno en Europa o Estados Unidos tienes que pasar por televisión. Pero nosotros lo hemos conseguido sin cumplir esas reglas. Yo creo que mis discos se venden porque tengo un público fiel.
- ¿Qué opinas de los cambios políticos ocurridos en América Latina en los últimos años?
- En toda Latinoamérica hay desigualdades desde hace años que son terribles, aunque hay cambios que se están acometiendo para bien en varios países. --Pero los problemas son tan graves y antiguos que va a llevar tiempo resolverlos. Pero poquito a poco se están realizando progresos importantes, como es el caso de Venezuela y Bolivia, donde ha sido una inmensa victoria que un indígena sea presidente de la república, un logro impensable hace 20 años.
-(…). Cada vez hay más gente que se da cuenta de que si la locura del sistema global sigue como va todos seremos parte de un suicidio colectivo, el planeta entero se irá al carajo. Estamos en una carrera contra el tiempo entre la locura del sistema y la toma de conciencia del pueblo.
- Yo formo parte de un gran movimiento de gente de buena voluntad que lucha por un futuro mejor para nuestros hijos, una red que se agranda cada día.
-Los gobiernos en Europa se la pasan diciendo que no hay dinero para la educación ni la salud. Pero de repente quiebran los bancos y sale dinero por todos lados para recuperarlos. Y eso ha movilizado a mucha gente que en su momento no había tomado conciencia. En Occidente se habla mucho de democracia, pero es una democracia totalmente falsa porque en Occidente se vive la dictadura del dinero. Hemos llegado a un punto en que los ciudadanos no le creen a los políticos, ya sean de derecha o de izquierda, pues todo ha cambiado con la globalización. Ahora la economía manda sobre los gobiernos. Hoy día, para ganar unas elecciones europeas no se trata de tener un mal o un buen programa de gobierno, solamente hay que controlar los medios informativos.
- ¿Cómo hace Manu para parecer un adolescente eterno a los 48 años?
- La ilusión cuida. La eterna juventud pasa por estar apasionado. Tengo la suerte de estar apasionado por lo que hago y lo que me cuida es eso. Además, mis conciertos son deportes. Me exigen un importante esfuerzo físico que me mantiene en forma. Yo vivo en Barcelona, no tengo coche ni moto, voy a todos los lados en bicicleta. Hago de 8 a 10 kilómetros al día para resolver mis cosas. Eso ayuda también. A mí también me apasiona la Medicina, me hubiera gustado estudiar esa carrera, pero la pasión por la música me ha llevado todo el tiempo. Aunque quizás me vean un día matriculando en la Escuela de Medicina en Cuba, donde estudia toda Latinoamérica