los crímenes no pueden quedar impunes.
Agencia La Oreja Que Piensa. Por Adolfo Pérez Esquivel y Nora Cortiñas (*)
Tengo que comenzar esta nota con un dicho popular al ver el accionar de jueces “ que tienen más vueltas que perro para acostarse”, los hechos demuestran la verdad de lo señalado.
Pasaron 44 años de un juicio interminable donde la justicia es más lenta que “Manuelita” para juzgar crímenes del terrorismo de Estado que sufrió y sufre la familia Iaccarino.
Los hermanos Alejandro y Carlos quienes como el personaje del “El Proceso” de Kafka, van pasando por tribunales, audiencias, tiempos y más tiempos a la espera que la justicia, ejerza justicia y condene a quienes cometieron crímenes de lesa humanidad contra los hermanos que buscan Verdad, Justicia y reparación del daño hecho por la dictadura militar y sus cómplices que les robaron sus bienes, fábricas, recursos y los sometieron a cárcel y torturas.
Pasaron por 11 Centros Clandestinos de Detención que sobrevivieron y continúan con fuerza y esperanza concretar sus ideales y compartir con el pueblo la experiencia vivida para que nunca más vuelva a suceder y por eso es necesaria la acción de la justicia.
Los hermanos Iaccarino son empresarios argentinos que pusieron sus bienes y recursos al servicio del pueblo, de los pequeños y medianos productores, política que los dictadores veían contra sus intereses.
Poco o nada se habla de los empresarios víctimas de la dictadura militar del despojo que sufrieron. El gran pecado de la familia Iaccarino fue implementar el “Plan Económico Expansivo General”, (P.E.E.G.) que tenía por objetivo “erradicar el hambre y contribuir a la Paz”.
El Plan se sustentaba en 17 bases con la participación de los productores, poniendo en marcha una “economía social” a la luz de las Encíclicas Sociales; Política que contradecía la impuesta por la dictadura y por esos motivos fueron víctimas de persecución, cárcel, torturas y saqueo de sus bienes.
Todo está perfectamente documentado, pero la justicia demora y es más lenta que “Manuelita” la tortuga que sigue con paso cansino durante 44 años un juicio que es una injusticia contra el derecho de los hermanos a la Verdad y Justicia.
Tenemos que preguntar ¿Hasta cuándo?- ¿Hasta cuándo los jueces continuarán actuando y demorando el derecho que tienen las víctimas que sufrieron el terrorismo de Estado?-
Hoy los hermanos Iaccarino están con custodia de la Gendarmería Nacional por las amenazas que reciben y el peligro que representa para sus vidas.
Hay intereses económicos que buscan impedir que el juicio continúe y se defina con el castigo a los responsables. Hacemos un llamado a la Corte Suprema de Justicia que actúe con coraje, dignidad y decoro; los crímenes no pueden quedar impunes.
(*) Premio Nobel de la Paz y Madre de Plaza de Mayo Linea Fundadora.