Agencia La Oreja Que Piensa. Desde Quimilí, Santiago del Estero. Argentina 2011. (Por Alberto Borda).-
El 4 de agosto del 2010 el Movimiento Campesino de Santiago del Estero (MO.CA.S.E.) festejó 20 años de vida. Desde su nacimiento histórico hasta el presente se sucedieron hechos que marcaron a toda una comunidad de nueve mil familias campesinas e indígenas organizadas en defensa de sus derechos.
Actualmente pasan por desalojos muy violentos, amenazas, envenenamientos de sus campos. Todos de la mano del agro negocio (plantación de soja) y el desmonte. Mientras tanto no paran de organizar el futuro: las radios, la escuela de agroecología, las pasantías con estudiantes de agronomía, aprender a alimentarse sano y la apuesta al Movimiento Nacional Campesino Indígena (MNCI), a la Vía Campesina (VC), a la Central Latinoamericana de Organizaciones de Campo (CLOC), y a la Alianza Bolivariana para los pueblos de nuestra América (ALBA).“En ese proceso hubo mucho atropello al campesinado y a la comunidad indígena y ahí está la resistencia y la ofensiva al mismo tiempo.”, explica Adolfo “El gringo” Farías, un joven de sólo 28 años que integra el MO.CA.S.E.
“Nosotros como movimiento no tenemos una receta, en este proceso entre todos vamos encontrando el camino. Por eso como movimiento nacional buscamos el intercambio y la unificación. En la Sociedad Rural, en la mesa de enlace no vamos a articular. Hay muchas organizaciones que trabajan en el barrio, que están creciendo, que trabajan con el campesinado. Con ellas debemos articular.”, sintetiza Farías en esta entrevista exclusiva para La Oreja Que Piensa.
- ¿Cómo nace este Movimiento?
- En 1990 y la forma estratégica fue formar la cooperativa de trabajo “Ashca Caycu” (“Somos Muchos”, en lengua quechua) pero no en un sentido de proveer el cooperativismo en escala, sino que se puedan ir conformando diferentes comunidades con la formación de compañeros y compañeras que conduzcan procesos, siempre pensando en el sujeto campesino-indígena. Yo soy nacido en la localidad de La Simona y por allí ingresa el agronegocio en los ’90. Es un lugar estratégico favorecido porque es una zona húmeda. Este lugar viene de un proceso de 25 años atrás donde comienzan a organizarse las comunidades de base.
La historia comienza a andar por los caminos a través de la unificación del MO.CA.S.E de la central de La Simona. Fue una resistencia que duró nueve meses. Allí se instaló la carpa negra contra la policía y los jueces que querían desalojarnos a todos. Es que había una decisión por parte del gobernador de ese entonces, (Carlos) Juárez de sacar a todo el campesinado. La unificación de La Simona al MO.CA.S.E hace que se pueda sostener esa lucha.
En nuestra provincia, quizá en esos años no era tan explicito el avance de los desmontes, pero se da un proceso interesante de muchos compañeros que se organizan para cobrar mejores salarios y evitar la explotación.
Don Tito Ravel, Raimundo Gómez, compañeros que han creado el MO.CA.S.E., venían de una experiencia muy rica como “La Forestal” y de las Ligas Agrarias, que transmitieron al movimiento ese aprendizaje de lucha que se fueron dando en diferentes lugares.
- ¿Cómo empieza el desmonte?
- El desmonte ingresa por la zona de Sumampa, Ojo de agua, y se extiende a toda esta zona donde había mucho quebracho colorado. La Forestal agarra parte de la provincia de Santa Fe, La Simona, Los Juries, Quimilí y que tiene camino hacia el norte de la provincia.
Todo lo que se sacaba de los montes se llevaba. Era madera para carbón, tanino y el algarrobo para hacer muebles. Todo esto se exportaba. De la misma forma hoy ha ingresado la soja y el agro negocio. Así es como los trabajadores que han sido traídos de otras partes para hacer ese trabajo se van organizando.
- ¿Y la lucha contra los desalojos?
- Comienza a darse muy fuerte a partir de los mediados de la década del ´90 como consecuencia de la extensión de la frontera agrícola y el agro negocio, sin importarles si las tierras eran de comunidades indígenas o campesinas. En la zona norte, donde es difícil plantar soja porque es muy seco, empiezan a ingresar con otras cuestiones. Desalojan familias para meter ganado en gran escala, que no es autóctono. Nosotros tenemos un ganado que resiste a los montes de acá.
También en Tintina hay luchas muy fuertes y ahí los empresarios de Córdoba invadieron los terrenos de las comunidades indígenas. Más allá de la resistencia se ha pasado a otros planes. Actualmente esos lugares están reconocidos como comunidades indígenas. En “Las Lomitas”, nace otra de nuestras centrales. Allí los cordobeses y algunos empresarios de la zona quieren desalojar a nuestras familias.
Hubo luchas muy solidarias entre las mismas familias que estaban en diferentes obrajes y esto fue quedando en el proceso de la memoria y se fue incorporando a nuestro movimiento. Un proceso muy rico.
- ¿Cómo vive el campesinado?
- La dinámica que se da en la ciudad y el campo es muy diferente. La vida del campesinado tiene una relación muy profunda con la naturaleza. Desde que te levantas hay que darle de mamar a los cabritos, darle de comer a las gallinas, los chanchos, después te queda sacar la leche de las vacas. Entonces toda esa dinámica que es familiar hace que la vida del campesino sea mejor y que ahí mismo tiene sus alimentos y no tiene dependencia.
Lo mejor que le puede pasar a un campesino es que siga estando en el campo y la felicidad que se ve en esa familia.
- ¿Cuáles son los ejes principales del MO.CA.S.E.?
- Frenar los desalojos al campesinado, que haya una reforma agraria integral y soberanía alimentaria, que significa producción de alientos sanos.
Otro de los ejes muy importantes son los medios de comunicación. Son estratégicos porque se oponen a las políticas del agro negocio.
Nosotros a través de la producción orgánica y semillas autóctonas, demostramos que hay otra forma de alimentarse sano, cuidando la naturaleza. Y por lo tanto no estamos de acuerdo con el modelo del agro negocio y la agro exportación.
El modelo es la soberanía alimentaria. Significa que de manera directa el campesino produce los alimentos sanos, de manera comunitaria, trabajando la tierra, para alimentar a los mercados locales y al pueblo.
- ¿Cuál es tu reflexión a 20 años de la creación del MO.CA.S.E.?
- La reflexión es la madurez política que tiene el Movimiento y saber cómo instalarse en los momentos coyunturales. Saber contra quién luchar y quienes son nuestros enemigos. Hoy podemos decir que ese proceso de aprendizaje es muy valioso. De cómo nos movemos en los diferentes escenarios. En base a eso vamos planificando nuestras estrategias, nuestras acciones, sabiendo a quienes debemos enfrentarnos. Siendo consientes que no podemos generalizar.
- ¿Qué debaten en la actualidad?
- El debate que estamos llevando adelante es cómo potenciamos todo lo que es la producción, la soberanía alimenticia, la organicidad y la formación política. En otros lugares se están promoviendo nuevas centrales, como en Guachana, donde son 70.000 hectáreas de tierra que los compañeros pudieron resistir y recuperar. Esta es la última central que se formó. Todo eso en 20 años. En ese proceso hubo mucho atropello al campesinado y a la comunidad indígena y ahí está la resistencia y la ofensiva al mismo tiempo.
Lo que necesitamos más que nunca es la unidad del campo popular, porque sabemos que lo que se viene va a ser bravo. El hoy es estratégico para los movimientos, que no deben encerrarse en este sectarismo que lleva a no articular en la lucha de los que creemos que tenemos que aprovechar este aire que corre hoy. En necesario conocerse, poder llevar adelante prácticas en nuestra lucha y no cerrarse.
Nosotros, como Movimiento, no tenemos una receta. En este proceso vamos encontrando el camino entre todos. Por eso como movimiento nacional buscamos el intercambio y la unificación. En la Sociedad Rural, en la Mesa de Enlace no vamos a articular. Hay muchas organizaciones que trabajan en el barrio, que están creciendo, que trabajan con el campesinado. Con ellas debemos articular.
- Buscan profundizar la organización…
- Lo organizativo es un eje muy importante. Como se potencia la organización hacia adelante, tiene que ver a como se articula con otros sectores, con organizaciones amigas, compañeras. Y con otras organizaciones que tenemos que llevar una dinámica con lo que acordamos y lo que no acordamos.
- ¿Los jóvenes ocupan un espacio especial?
- Hay un intercambio muy rico entre ciudad y campo con jóvenes que vienen a vivir esta experiencia. Esto tiene que ser algo cotidiano porque las necesidades son cada vez más grande. La necesidad que tienen en los diferentes barrios lleva a que existan formas diferentes de vida. Para nosotros son muy importantes los jóvenes, que vienen de los barrios, del campesinado, porque son los que van a llevar adelante los procesos. Lo importante ahora es enamorar a los changos jóvenes y que puedan estar conduciendo un proceso en sus barrios, en sus comunidades.
Si en el movimiento hay un compañero que tiene dificultades, que consume, todos estamos enfermos. Es ahí donde tenemos que empezar a apuntar y salir todos de ese brete en que te mete el sistema capitalista, que necesita tener a la clase trabajadora lo más destruida posible para poder conducir ideológicamente.
- ¿Qué significado tienen los medios propios en el Movimiento?
- Tenemos cuatro radios que son estratégicas para nuestra lucha. Una tiene llegada por internet y lo más interesante es que las emisoras están ubicadas en distintas centrales del movimiento y sus programas están armados por compañeros de las comunidades. Son ellos los que conducen sus programas con otra mirada hacia el pueblo. Son críticos. Destacan que no todo lo que se lee es la verdad. Nosotros tenemos una herramienta poderosa y tenemos que estar siempre al servicio de la comunidad, del campesinado y del pueblo.
Las radios juegan un papel importante. Ahí está lo estratégico de las denuncias sobre el agro negocio, los desalojos, y de la problemática en general de lo que pasa a nivel nacional. La marginación de los barrios, la consecuencia del sistema capitalista vinculado al agro negocio. Tiene mucha fuerza este mensaje y permite que los compañeros se formen. Las radios son un medio de comunicación y de formación política.
- ¿Qué pasó con la radio de Las Lomitas?
Esta radio, que tiene paneles solares, sufrió un atentado por parte de los empresarios.
Intentaron prender fuego porque en esa zona los compañeros resistieron el ingreso de las topadoras que venían a voltear el monte y la radio fue la vía de denunciar. El comisionado de allí, vinculado a un cordobés que decía ser el dueño de las tierras, quería meter topadoras y voltear los montes autóctonos. El campesinado organizado hizo que se retiren las topadoras. La solidaridad fue muy fuerte. Nosotros venimos realizando un trabajo con la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC), con la vía campesina internacional, con medios como Radio Mundo Real, que trabajamos la cuestión informativa.
-¿Cómo ves los medios de comunicación?
- Si todas estas familias se empiezan a juntar van a tener un problema los medios masivos. La comunicación es estratégica. Hay que unificar a los medios alternativos, unificarlos en el sentido que tienen praxis organizativa. Hay que ir buscándole la vuelta porque son en los medios alternativos en quien debemos confiar. Es ahí donde va a estar nuestra palabra. Hoy la coyuntura da para que podamos problematizar e ir construyendo lo más que podamos. Y si no construimos medios nosotros, lo construyen ellos.
-¿Urgencias?
Hoy es estratégico frenar el avance del agro negocio. La lucha por la soberanía alimentaria, por la soberanía territorial como comunidades indígenas, como pueblo y hay que prepararse para la próxima lucha que se viene que es por el agua, el acuífero Guaraní. Hay grandes desafíos como movimiento, por lo tanto debemos unificar fuerzas y nuestra lucha debe tener una dirección que vaya en contra del capitalismo y el neoliberalismo.
-¿Qué lectura hace el MO.CA.S.E sobre la realidad latinoamericana?
-Desde el movimiento creemos que hay tres grandes proyectos en disputa;
-El imperialismo con EEUU a la cabeza que se ve reflejado en América Latina con el Plan Colombia, México, con las bases militares y la IV flota
El agro negocio responde a esa política neoliberal empujada por el capitalismo-EEUU y las trasnacionales que conducen todo este proceso.
-El UNASUR (Unión de Naciones Suramericanas) es estratégico para los gobiernos latinoamericanos.
-El tercer proyecto es El ALBA de los movimientos sociales, aquí está el MO.CA.S.E Por un lado están los gobiernos, por el otro están las organizaciones sociales pero que tienen que ver con la misma perspectiva de rotación. La lucha que se da en contra del agro negocio, la misma problemática del capitalismo.
El ALBA y los movimientos sociales hacen denuncias por las violaciones a los Derechos Humanos y lo que vemos es que el gobierno nacional ha podido instalar esa política, la ha podido reforzar porque hay organizaciones que han luchado toda la vida pero debemos reconocer que se ha avanzado en ese campo.
La vista de Adolfo Pérez Esquivel al Movimiento Campesino de Santiago del Estero ¿que significó?
Para nosotros es un compañero que tiene una trayectoria y un camino y se ha ido ganado el respeto que se merece un luchador.
Pérez Esquivel para nosotros no es algo ajeno a todo este movimiento, el es un compañero mas de lucha en la calle, si tiene que estar en movilizaciones está, hace denuncias de violaciones de Derechos Humanos. Lo importante de esto es lo que hace en la vida cotidiana, la responsabilidad política que tiene con el pueblo.