Agencia La Oreja Que Piensa.
El Concejo Deliberante de Tigre declaró por unanimidad de “Interés Legislativo Municipal” las restituciones solicitadas por las comunidades indígenas sobre los restos óseos de 50 cuerpos humanos excavados de los sitios arqueológicos Arroyo Garín, La Bellaca y Arroyo Sarandí, dos de los cuales fueron destruidos durante la construcción de los complejos de barrios privados Nordelta y Villa Nueva. Además requirió atender ese reclamo a organismos provinciales y nacionales.
El proyecto fue impulsado en marzo por los concejales Javier Parbst, Rodrigo Molinos y Luis Samyn Ducó del Bloque Frente de Todos, luego de recibir a representantes de la Comunidad Indígena Punta Querandí y la Comunidad Qom Cacique Ramón Chara.
En sus fundamentos, la iniciativa remarca la importancia de que “todo el cuerpo legislativo y el mundo político del distrito” respalde el proceso de restitución de restos óseos de los pueblos originarios “como una forma de empezar a saldar la histórica deuda existente con las comunidades indígenas”, al considerarlas como las “primeras víctimas de un genocidio tanto en la época colonial como durante la etapa naciente del Estado Nacional”.
En ese sentido, se argumenta que a nivel local “será un hito en ese camino de reparación” la restitución a sus territorios de los restos humanos que fueron desenterrados de sus cementerios en las décadas pasadas y que hoy se encuentran en poder de arqueólogos que se resisten a devolverlos.
Además califica como un “agravio” dichos desentierros y resalta que algunos de esos sitios arqueológicos fueron posteriormente arrasados por emprendimientos inmobiliarios de barrios privados, como sucedió con el sitio Arroyo Sarandí (destruido por Nordelta) y el sitio Arroyo Garín (desaparecido por el Complejo Villa Nueva de EIDICO), situación advertida por organismos oficiales en el 2001.
“Los gobiernos tienen que respetar los enterratorios de nuestros antepasados. Recuperar sus cuerpos va a fortalecer nuestra espiritualidad y eso va a hacer que más personas se reencuentren con sus raíces”, destacó Reinaldo Roa del Consejo de Ancianos de la Comunidad Indígena Punta Querandí.
En la misma línea, Santiago Chara, del Consejo de Ancianos de Punta Querandí y referente de la Comunidad Qom Cacique Ramón Chara, enfatizó: “Los pueblos originarios desde tiempos remotos siempre vivieron y murieron en comunidad. Quisiera que los arqueólogos se den cuenta de lo mal que están haciendo y devuelvan los cuerpos. Nos sentimos incompletos. Es muy necesario para nuestra cosmovisión que sean reenterrados nuevamente en sus lugares”.
“Esta declaración del Concejo Deliberante es una manera de reconocer que Tigre es territorio indígena y que hay comunidades existentes en las cuales se basan estos reclamos. Es parte de una reparación histórica que está pendiente desde el Estado”, remarcó Soledad Roa del Consejo de Mujeres de Punta Querandí.
El Instituto Nacional de Asuntos Indígena ya definió su postura a favor de la restitución de los cuerpos, pero esta demanda de larga data encuentra obstáculos en los funcionarios a cargo de gestionar el patrimonio arqueológico a nivel provincial y en el grupo de arqueólogos que tiene en su poder una parte importante de los esqueletos.
Uno de los cuerpos será reenterrado en Punta Querandí, a pocos metros de donde fue excavado, y otros 7 esqueletos serán restituidos a La Bellaca. Con respecto a los restos óseos de los 42 cuerpos del sitio Arroyo Sarandí, el lugar exacto de descanso aún debe definirse.
“Hay voluntad política desde el Municipio de aplicar los derechos de los pueblos originarios, esto ya lo había manifestado el intendente Julio Zamora a principios de año. Tigre va ser el primer distrito del área metropolitana de Buenos Aires donde se cumpla con la Ley Nacional 25.517, que ordena restituir los restos óseos a las comunidades para que los mismos sean reenterrados según sus propias culturas y tradiciones”, valoró el concejal Parbst, uno de los autores del proyecto aprobado.
En febrero pasado, en el marco del anuncio de un acuerdo por el conflicto territorial de Punta Querandí, el intendente Zamora había dado su respaldo a la demanda de las comunidades indígenas: “Sería un acto reparador que estos esqueletos vuelvan a los lugares de donde fueron excavados como una manera de respetar la cosmovisión de los pueblos que nos antecedieron en lo que hoy es nuestro querido distrito”.