El especialista Aníbal Faccendini y la educadora Chiqui González brindarán una charla sobre e cuidado ambiental. Frente a las bajantes históricas del río Paraná, Faccendini propone medidas concretas como el consumo responsable y solidario del agua.
Agencia la Oreja Que Piensa.
El viernes 3 de diciembre tendrá lugar la conferencia “Educándonos en creatividades para ayudar al Paraná y al agua. Liberarla de la bolsa de la Nueva York es cuidarla”.
Se trata de un conversatorio virtual que se realizará a las 19 y estará a cargo de Aníbal Faccendini, director de la Cátedra del Agua de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y de María de los Angeles “Chiqui” González, educadora y exministra de Cultura provincial.
En diálogo con La Capital, Faccendini destaca la necesidad de avanzar hacia un ambientalismo inclusivo y propone acciones concretas para cuidar del agua y el Paraná.
¿Qué implica educar en creatividad en esta crisis ambiental? “La creatividad —dice Faccendini— es un ámbito de conjunción de saberes propios y de insumos de la sociedad”, donde el saber popular es fuente fresca y fértil para generar actuaciones distintas a las preexistentes. Y que deconstruir lo dado es basal para la creatividad.
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“En la cartografía ambiental, la inventiva está dada en ese detalle, en ese ver que nos permite avanzar sobre las apariencias y poder conmensurar que los conceptos hacen materialidad”, dice el especialista. Y a modo de ejemplo menciona el “derecho de jarras” de tomar agua potable, libre y gratuita en bares o restaurantes, el “derecho a los sanitarios libres” —de poder usar los sanitarios sin tener que abonar— o la propia Cátedra del Agua, “construida en la vera de uno de los ríos más grande del mundo”.
“Ello fue posible deconstruyendo lo dado”, dice Faccendini, y afirma: “Muchas veces se actúa en base a las ausencias, lo que no está. Y aquí se construyó en base a la presencia del río Paraná”. Y ligado a la educación y las infancias, otro concepto “creativo” que menciona es la propuesta de la Isla de los Inventos, “que se podría decir que fue la isla de muchos dispositivos imaginativos, que se concatenan en un lazo captador de la imaginación de muchas personas”. Chiqui González fue directora general de La Isla de los Inventos, una propuesta enmarcada en el proyecto del Tríptico de la Infancia.
"Cada vez más las infancias, juventudes y adultos se convierten en cuidadores y defensores entusiastas de un ambiente inclusivo”
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Por eso, sostiene que educar en creatividad “es abrirnos a escucharnos y a escucharse, en medio de una crisis de una velocidad que atrasa, que nos permite navegar hacia un ambientalismo inclusivo, que señaliza la crisis de la COP 26 —Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático— para descarbonizar el planeta y atenuar el cambio climático”. En este camino, invita a ponerse en cercanía con el Paraná, porque entiende que solo se genera inventiva “desde la cercanía empática, poniéndonos como meta bajar el consumo de agua potable integral a menos de 200 litros por persona al día”. Una medida concreta para ayudar al Paraná en su bajante desde un consumo responsable y solidario. Faccendini apunta que el consumo de agua actual supera los 300 litros diarios por persona. “Educándonos en creatividad —agrega— requiere también de valentía, estudio y convicción. En definitiva, lograr que la sensibilidad penetre en transformación a la realidad con criterio de justicia social ambiental”.
Otra de las preocupaciones que menciona el titular de la Cátedra del Agua de la UNR son las bajantes del Paraná, que oscilan en menos de un metro de profundidad. El temor es que se profundice y que sea más grave que la bajante de 1944: “Nos preocupa cómo afecta a la comunidad ictícola en su reproducción y desarrollo, la obstaculización en la obtención de agua para su potabilización y distribución, y la sequedad de los humedales con las consecuencias primarias y secundarias que puede llegar a generar, que puede facilitar los incendios producidos dolosamente y generar lesa ambientalidad”.
El desafío que propone es tener respuestas creativas, como bajar el consumo de agua, ayudar a los pescadores artesanales, proteger a los humedales y lograr, ya desde una visión más general, que el agua potable llegue a los barrios populares “sin sabor, color y olor”.
Educar con imaginación
En diciembre de 2020 el agua comenzó a cotizar en el mercado de futuros de materias primas de Wall Street, como un commodity más como el petróleo, el oro o los granos: Para Faccendini, las consecuencias de esta decisión “son muy graves”, porque significa “que muchas personas en el mundo van a encontrarse que el acceso al agua potable va a ser cada vez más obstaculizado y que las inversiones sanitarias se encarezcan por la especulación financiera, lo que vulnera al agua como derecho humano y bien público universal”.
Frente a este panorama, para Faccendini la función de las escuelas es esencial para avanzar en un ambientalismo inclusivo: “Se necesita de nuevos dispositivos de valoración, concientización y sensibilización para ver y sentir el agua y al aire en otredad —en un nosotros— y no en ajenidad, lo que es ajeno a nosotros y por ende creer en la falacia que podemos prescindir del agua, el aire, la tierra y de todos y cada una de las especies vivas de nuestro planeta”.
“La escuela, como dispositivo pedagógico, está en condiciones de realizar esta tarea y tenemos que aprovecharla, para que haya educación con imaginación y creatividad valorativa del ambiente inclusivo”, sostiene el especialista.
En este camino, destaca además que nota una “notable conciencia ambiental en pleno desarrollo” en las nuevas generaciones. “Es una mejora ambiental que nos permite ser optimista”, afirma. Y agrega: “Cada vez más las infancias, juventudes y adultos se convierten en cuidadores y defensores entusiastas de un ambiente inclusivo sano. Ambientalizar la vida es abandonar el narcisismo antrópico. En ello estamos”.
Para participar de la charla de Faccendini y Chiqui González, organizada por la Cátedra del Agua de la UNR, escribir al email catedradelagua@yahoo.com.ar.