Agencia La Oreja Que Piensa. Por Luis Bauguen Ballin (*)
Hace pocos días se celebró el Día Internacional de los Trabajadores en todo el mundo, excepto en el país al cual le debemos este día y en algunos más.
Recordamos a los anarquistas alemanes que un día como éste pelearon desde la cuna del capitalismo por los derechos de los trabajadores.
Mártires de Chicago.
"En el momento que mi padre resultara herido en el aserradero, yo tenía trece años y mi hermana siete, ya esta edad recibí mis primeras impresiones de las injustas instituciones sociales prevalecientes, es decir, la explotación de hombres por hombres". Luis Lingg.
Condenado a prisión:
• Oscar Neebe (estadounidense, 36 años, vendedor, quince años de trabajos forzados).
Condenados a cadena perpetua
• Samuel Fielden (inglés, 39 años, pastor metodista y obrero textil).
•Michael Schwab (alemán, 33 años, tipógrafo), así habló:
Hablaré poco, y seguramente no despegaría los labios si mi silencio no pudiera interpretarse como un cobarde asentimiento a la comedia que se acaba de desarrollar. Lo que aquí se ha procesado es la anarquía, y la anarquía es una doctrina hostil opuesta a la fuerza bruta, al sistema de producción criminal y a la distribución injusta de la riqueza. Ustedes y sólo ustedes son los agitadores y los conspiradores.
Capital de la Peña:
El 11 de noviembre de 1887 se consuma la ejecución de:
• George Engel (alemán, 50 años, tipógrafo).
•Adolf Fischer (alemán, 30 años, periodista). Dijo ese día:
Solamente tengo que protestar contra la pena de muerte que me imponen porque no he cometido crimen alguno... pero si he de ser ahorcado por profesar mis ideas anarquistas, por mi amor a la libertad, a la igualdad ya la fraternidad, entonces no tengo inconveniente. Lo digo bien alto: dispongan de mi vida.
• Albert Parsons (estadounidense, 39 años, periodista, esposo de la mexicana Lucy González Parsons. Aunque se probó que no estuvo presente en el lugar, se entregó para estar con sus compañeros y fue juzgado igualmente). Dijo el día de la ejecución sumaria:
El principio fundamental de la anarquía es la abolición del salario y la sustitución del actual sistema industrial y autoritario por un sistema de libre cooperación universal, el único que puede resolver el conflicto que se prepara. La sociedad actual sólo vive por medio de la represión, y nosotros hemos aconsejado una revolución social de los trabajadores contra este sistema de fuerza. Si voy a ser ahorcado por mis ideas anarquistas, está bien: mátenme.
• August Vincent Theodore Spies (alemán, 31 años, periodista). Se dirige así:
Honorable juez, mi defensa es su propia acusación, mis pretendidos crímenes son su historia. [...] Puede sentenciarme, pero al menos que se sepa que en el estado de Illinois ocho hombres fueron sentenciados por no perder la fe en el último triunfo de la libertad y la justicia.
• Louis Lingg (alemán, 22 años, carpintero), para no ser ejecutado se suicidó en su propia celda, no sin antes leer estas palabras:
No, no es por un crimen por lo que nos condenan a muerte, es por lo que aquí se ha dicho en todos los tonos: nos condenan a muerte por la anarquía, y puesto que se nos condena por nuestros principios, yo grito bien fuerte: ¡soy anarquista! Los desprecio, desprecio su orden, sus leyes, su fuerza, su autoridad. ¡Ahórquenme!
Crónica de la ejecución de los mártires de Chicago por José Martí, quien era corresponsal de La Nación en EEUU:
"...salen de sus celdas. Se dan la mano, sonríen. Les leen la sentencia, les sujetan las manos por la espalda con esposas, les ciñen los brazos al cuerpo con una faja de cuero y les ponen una mortaja blanca como la túnica de los catecúmenos cristianos. Abajo está la concurrencia, sentada en hilera de sillas delante del cadalso como en un teatro... Firmeza en el rostro de Fischer, plegaria en el de Spies, orgullo en el del Parsons, Engel hace un chiste a propósito de su capucha, Spies grita: “la voz que vais a sofocar será más poderosa en el futuro que cuantas palabras pudiera yo decir ahora». Les bajan las capuchas, luego una seña, un ruido, la trampa cede, los cuatro cuerpos caen y se balancean en una danza espantable…”
“No es una sola persona que cambia al mundo sino muchos cuando se juntan”. Acaso sea de Jorge Rulli esta frase.
“En tiempos de incertidumbre y desesperanza, es imprescindible gestar proyectos colectivos desde donde planificar la esperanza junto a otros”. Enrique Pichón Rivière.
"Ahora que lo pienso, se me ocurre que quizás por esta falta de héroe central, El Eternauta es una de mis historias que recuerdo con más placer. El héroe verdadero de El Eternauta es un héroe colectivo, un grupo humano. Refleja así, aunque sin intención previa, mi sentir íntimo: el único héroe válido es el héroe “en grupo”, nunca el héroe héroe individual, el héroe solo". Prólogo de El Eternauta, por Héctor Germán Oesterheld.
“La cooperación es la convicción plena de que nadie puede llegar a la meta si no llegan todos”. Carga de Virginia.
“Si caminas solo, irás más rápido; si caminas acompañado, llegarás más lejos”. Proverbio chino.
“Violentos son los que provocan la desigualdad social, no los que luchan contra ella”.
“Hay un límite en el que la tolerancia deja de ser una virtud”. Edmundo Burke.
“Si los pobres se ponen de acuerdo, ellos son los más fuertes”. Errico Malatesta.
“El trabajo nos hace ascender como personas, mientras que la falta de trabajo nos incita a la violencia, a la droga, a la delincuencia”. Pocho Lepratti.
“El trabajo es un premio en ciertos casos, un instrumento de educación, en otros, jamás un castigo”. El “Che”.
“La humanidad se redimirá con la cultura y el trabajo”. Miguel Hernández, poeta español.
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(*) Comunicador social. Estudió en la Escuela de Artes Visuales Antonio Berni y, paralelamente, música en el Conservatorio de San Martín y en el Manuel de Falla. Como autor-compositor escribió tangos y milongas. Como artista plástico efectuó esculturas, grabados y pinturas.