Agencia La Oreja Que Piensa. Argentina 2011. (Por Luis Scler)
Alejandro Mayol se nos fue. El supo vivir de cara al cielo y se animó a vivir en libertad, esa libertad de la que habla San Agustín “Ama y haz lo que quieras.”
Fue Sacerdote, Padre, Esposo, Poeta, Luchador y amigo de todos.
Optò -después de ser Sacerdote- por Beatriz, su esposa, con la cual formaron una familia ellos junto a sus cuatro hijos. Se valió de la música y con sus canciones transmitió el mensaje evangélico, escribió “La Pasión según San Juan” que en realidad es una suma de todos los evangelios. También podemos nombrar, “La creación”, “Hay fiesta en la casa del Padre”, ”Pajarito de Rastrojo”, “El Trencito del Oeste”.
Filmó una película que se exhibió en los viejos canales de aire de la época “Las Travesuras de Cepillo.”
Escribió libros de los que se destaca, “La Historia de los Católicos Posconciliares en la Iglesia Argentina”, un cuento que iba a ser la semilla de su película, “Para que el sol no se apague” y muchas obras más.
Revolucionario, luchó contra viento y marea para cambiar el orden injusto de las cosas.
Amigo personal y compañero de Carlos Mugica, como el perteneció al movimiento de los Sacerdotes para el tercer Mundo, promovió la búsqueda de la verdad, la fiesta del pueblo alegró con su música y destaco los valores cristianos.
Para el comulgar era la fiesta del pueblo, esa unidad le parecía el único modo esperanzado de vivir y gozar la vida.
Siempre vivirás en el recuerdo de todos los que te conocieron y te conocerán a través de tus canciones que llegan a emocionar y contagiar tu alegría.
Alejandro te damos gracias Por tu si alegre y generoso por dar tanto amor, fe, esperanza y sobre todo ternura.