Agencia La Oreja Que Piensa. Por Sonia Aban (*)
En ocasión del concierto despedida de esta voz singular agradezco a La Oreja Que Piensa el honor de expresar mi admiración públicamente a Joan, pues somos hijxs de una generación que sembró conciencia sobre las injusticias sociales.
Joan fue una rebelde en su propia vida y logró hacer de eso una identidad que pudo traducir en belleza universal, despojada de artificios para convencer. Creía en los demás y su canción era su militancia, por eso entendió prontamente que había que arremangarse y llegarse donde había una necesidad de reclamo y grito.
Así recorrió lugares, entrevistó celebridades, caminó los territorios, vio con otros ojos, compartió escenarios, divulgó creadores por fuera de los circuitos editoriales, y cantó, siempre cantó con potencia y esencia. Su valioso mensaje merece esta cita, no inadvertir su huella maestra para quienes somos sensibles al poder del arte como transformador y, sobre todo, para quienes asumimos con responsabilidad la comunicación.
(*) Cantora, docente y comunicadora social.