Agencia La Oreja Que Piensa. Por equipo Pueblos Originarios del SERPAJ.
Desde hace mucho tiempo que el pueblo wichí de Salta viene denunciando el abandono de personas, la marginación y el olvido por parte de las autoridades que deben velar por un trato igualitario y contra toda forma de discriminación y racismo.
Les acercamos el micro Kay Pacha. Contamos con el duro testimonio del cacique wichí Modesto Rojas, de la zona de Tartagal, Provincia de Salta, donde denuncia las amenazas de un médico y la difícil situación por la que están atravesando.
Cada vez hay más situaciones que se denuncian, en este caso por parte de personal sanitario hacia las personas de distintas comunidades wichí. En la zona del Chaco salteño, por ejemplo, hubo varios casos de fallecimiento de niños por falta de atención médica, por falta de medicinas, por deficiencias en los traslados, etc., etc.
Ha habido denuncias hacia profesionales del hospital de Tartagal, pero amenazas como la utilizada por el Dr. Céspedes del Hospital Juan D. Perón de esa ciudad, no habíamos escuchado hasta el momento.
Modesto Rojas, cacique de la Comunidad wichí Kilómetro 5 de Tartagal, nos contó que el año pasado a raíz de un corte de ruta para pedir trabajo y mejores condiciones de vida, varias comunidades de la zona cortaron la ruta 34 a la altura de Cuñá Muerta, también jurisdicción de Tartagal.
En esa oportunidad y a raíz del corte fueron amenazados de muerte por dicho profesional, que entre otras cosas dijo que: “Ustedes los caciques indígenas, son sucios, vagos, matacos. Queremos ver cuando ustedes van al hospital; no, no los queremos ver, yo me encargo de matarlos uno por uno. No queremos ver a ningún indígena; cuando yo mato a un mataco, wichí, nadie sabe, porque yo soy doctor…”
Hace unos días el mismo médico al encontrarse con el cacique Modesto lo volvió a amenazar de muerte, pero esta vez a él personalmente.
Y no es la primera vez que se conocen hechos de violencia por parte de personal médico de ese Hospital – que no son todos, hay que aclararlo, ya que hay honrosas excepciones-, en desmedro de hermanos y hermanas indígenas de la zona. Y esa violencia es también no prestarles la debida atención, hacerlos esperar horas antes de brindarle sus servicios, no buscar un traductor cuando se requiera para que comprendan cuál es su dolencia, etc., etc.
A ello se suma esta situación de amenaza, intimidación y racismo brutal como lo demuestra abiertamente este Dr. Céspedes.
En esta oportunidad, Kay Pacha cuenta con el testimonio del cacique Modesto Rojas, quien dice estar cansado de estas situaciones de injusticia y discriminación.