« Ningún ser humano es ilegal»

• 5 mil personas, según los organizadores
• Centenas de ciudadanos originarios de América Latina

Agencia La Oreja Que Piensa. Berna, Suiza 2011. (Por Sergio Ferrari)(*)
Miles de personas se movilizaron el primer sábado de octubre en Berna, la capital helvética, exigiendo la regularización colectiva e inmediata de las personas que residen el país sin contar con un estatus legal.
Manifestación significativa que relanza en la plaza pública de este país europeo la frágil situación cotidiana de los residentes indocumentados.
Según diversas fuentes viven en Suiza al menos 100 mil personas que no cuentan con un permiso de residencia según las normas inmigratorias oficiales. La gran mayoría entre ellas trabaja y muchos pagan sus impuestos y cotizan a los seguros sociales pero están privados de los derechos migratorios básicos, según denunció el Colectivo de los Sin Papeles que convocó a la concentración en Berna.
Realidad semejante a la de otros países europeos donde las restricciones inmigratorias aumentan de día en día para los extra-comunitarios. Los residentes indocumentados son hoy en Europa – y en otras regiones del mundo- ciudadanos de “segunda categoría” o, incluso, “esclavos modernos”.
Recientes denuncias sindicales indican que trabajadores inmigrantes en el sector de la construcción en la Suiza ganan entre 4 y 5 veces menos por hora que el trabajador “legal”.
« Nadie es ilegal », recordaron los manifestantes que llegaron a Berna provenientes de todo el país. La convocatoria estuvo apoyada por centenas de organizaciones, sindicatos, algunos partidos políticos (de izquierda y Verde) y movimientos sociales de los más variados signos.
Según el Movimiento de los « Sin Papeles », « una hipocresía política mayor caracteriza al mundo político suizo con respecto a los sin papeles: de una parte acepta la necesidad de esta mano de obra imprescindible para la economía y de la otra, niega sus derechos fundamentales”.
El Movimiento aprovechó la manifestación de Berna para convocar a la firma de una nueva petición, lanzada el pasado 3 de mayo. La misma exige el establecimiento de condiciones que permitan la regularización de personas sin estatus legal que residen en el país.
A corto plazo, el Movimiento exige al Consejo Federal –ejecutivo colegiado helvético- que renuncie a la política de re-envío forzado inhumano, inútil y costosa. Y exige que se asegure el acceso a la escolaridad para todos los hijos de los “sin papeles”. Preconiza, además, que se implemente sin retraso alguno el acceso al aprendizaje técnico (nivel medio posterior a la escuela primaria) para los jóvenes “sin papeles”, tal como fuera solicitado por el Parlamento helvético en 2010.
La organización Solidaridad Sin Fronteras recuerda que a pesar de los repetidos llamados del Consejo de Europa, el Gobierno suizo rechazó toda propuesta de regularización colectiva. Y agrega que con la actual reglamentación jurídica la regularización individual de los sin papeles se hace casi imposible.
La manifestación de Berna reinstala el debate sobre uno de los temas más sensitivos de la política interna. Y envía una señal clara a los partidos de ultraderecha que han hecho de su campaña anti-extranjera y xenofóbica el principal slogan durante la campaña electoral que se cierra el próximo 23 de octubre con las elecciones nacionales legislativas.
El 10 de diciembre próximo el nuevo Parlamento deberá, a su vez, elegir un nuevo ejecutivo colegiado para los próximos 4 años. La inmigración aparece así como un termostato político-electoral de significación para medir las tendencias nacionales.

*Sergio Ferrari,con el apoyo informativo de la agencia ATS y E-CHANGER, ONG de cooperación solidaria Norte-Sur-Norte